sábado, 21 de mayo de 2011

Evaluación de la clase de filosofía.

Voy a comenzar esta crítica comentando la respuesta del profesor. Nunca se puede decir con absoluta certeza que la conducta de un profesor sea buena o mala, porque diversos aspectos además de este, lo influyen, como las condiciones de aprendizaje de los alumnos: nivel de inteligencia, problemas en casa, capacidad de retención y asociación de ideas, etc.

Pero se puede decir que la forma de nuestro profesor de filosofía tiende a buena. Sin tener en cuenta factores emocionales de los alumnos, su clase es:

- El profesor sabe muy bien cómo enganchar al alumnos, con ciertas gracias, frases ingeniosas, las cuales las dice durante la clase. Hace que sea la clase que el alumno más espere.

- Sabe cómo hacerse respetar. Con el famoso cuadrado de la muerte que dibuja en la pizarra, genera este respeto, el cual nos dejó claro con las normas dictadas el primer día acerca de la tolerancia y la no discriminación hacia los compañeros. Además en su forma de ser, con sus cambios de humor, combina el ambiente de colegueo con una repentina seriedad total…

- Ganarse a los alumnos es algo que ha sabido hacer, según mi punto de vista, casi desde el primer momento en el que le conocimos. Aunque en esto hay ciertos matices no tan a su favor. Su forma de ser a veces sigue el juego infantil de algunos alumnos, centrando su atención en ellos, en vez de seguir con su clase, parece incluso que deja de lado a los demás alumnos que podrían tener preguntas interesantes y que podrían contribuir a un favorable desarrollo de la clase.

En conclusión su clase me gusta a pesar de ser una materia que no lo hace.